martes, 19 de julio de 2011

¿RESPUESTAS?

Si la lejanía alejara la tristeza,
el frío de las nieves eternas
sería un cálido paraíso del olvido.

Si una incontenible risa
cubre el dolor que envuelve al ser,
sería un momento de descanso
para este camino inconcluso.

Pero ¿de qué sirve pensar?,
si cada una de esas innumerables conexiones
irrumpe con su golpe de electricidad,
provocando la consecuencia en el pensamiento
y enrostrando, sin estupor,
la crueldad interna de la realidad exterior.

Y al final, queda sólo el sentir,
pero no sirve de nada
cuando el reflejo del propio presente
invita a pisar sobre vidrios rotos.


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